El florecimiento es una explosión serena, un instante suspendido donde la vida se atreve a mostrarse en todo su esplendor. Como pétalos que se abren bajo la luz del sol, esta obra encarna el proceso íntimo y sagrado de expandirse sin miedo, de dejar atrás la espera y abrazar el ahora.
Es un gesto valiente, suave y poderoso a la vez: la fiera belleza de crecer hacia dentro y hacia el mundo.