Para mí la aventura comenzó el día en que, amargado en una oficina frente a un ordenador leí la frase “¿cuánta vida te está costando tu sueldo?”. Ahí decidí que iba a darme la oportunidad de probar a vivir de aquello que me apasionaba: el arte.

Ahora puedo decir que llevo 6 años viviendo exclusivamente del arte. Podríamos pensar que el trabajo más gordo que he tenido que hacer ha sido aprender cosas de pintura. Porque no, no estudié Bellas Artes en la universidad. Pero qué va, eso fue lo fácil. Lo difícil fue el trabajo interno de aprender a confiar en mí mismo, el de aprender a mostrar lo genuino, el de no venirme abajo cuando las cosas no salían como yo quería, el de encontrar mi voz como artista, el de idear un sistema de negocio que se ajustara 100% a mí y que me mantuviera económicamente, el de mantener a raya el síndrome del impostor y el de generar una mentalidad creativa y de abundancia. Bueno, y muchos más. Es decir, lo gordo de emprender es en realidad un trabajo personal. Que una vez que la empresa empieza a funcionar tienes que aprender de marketing, de estructura de negocio, de ventas y de redes sociales. Pero esto debe estar sostenido desde un lugar interno de confianza en ti y en la vida.

En estas dos áreas (emprendimiento y crecimiento personal) he aprendido un montón de cosas. He desbloqueado otras y he construido un negocio con ello. Que me hace feliz y me permite vivir alineado con mis valores, con el estilo de vida que deseo para mí y con la dedicación total al arte y todo lo que le rodea. Deseo mostrarte todo esto que me ha traído hasta este lugar.